
La Importancia de la Internacionalización en los Procesos de Educación
Por: María de los Ángeles Miranda Guevara. Psicóloga y Coach
En mundo en que la globalización nos obliga a enfrentar los retos cada vez con mayor celeridad y con resultados más inmediatos, la necesidad de ser más competitivos, tanto laboral como académicamente, se vuelve cada día una necesidad elemental no solo en toda organización sino también a nivel de las personas, quienes se enfrentan al reto de adquirir nuevas competencias que desarrollen conocimiento, habilidad y aptitud para enfrentar estos desafíos disruptivos que el mercado presenta día a día.
La competencia de mercado para crear profesionales con un nivel superior que les permita destacar ya sea en instituciones o en la rama profesional que desempeñen, muchas veces se vuelve una contienda sin árbitro ni réferi ni reglas claras; no hay quien verifique los estándares de calidad ni quien simplemente observe el cumplimiento de las metodologías y de las herramientas relativas a los procesos académicos de aprendizaje; esta competencia feroz ha hecho que la internacionalización sea cada vez más indispensable en la preparación para cualquier área profesional.
Aprender de los creadores es primordial y, con respecto a los procesos de internacionalización de la educación, realmente cumplo el significado que Jane Knight –Directora del Departamento de Liderazgo y Educación Superior de la Universidad de Ontario, Canadá – da al término “globalización”: "La globalización es un proceso centrado en el flujo mundial de ideas, recursos, personas, economía, valores, cultura, conocimientos, bienes, servicios y tecnología”; por su parte, la internacionalización de la educación se describe como “el proceso de integrar todo lo intercultural e identificar los objetivos globales de educación e investigación”; traduciendo esto a una explicación más coloquial, se trata de aprender de quienes lo crearon, pues esto brinda conocimientos con un impacto mundial. Se intercambia conocimiento, ideas; te involucras en esos procesos de investigación que son tan necesarios para crear indicadores y objetivos mundiales para la verdadera transformación laboral y educativa, pero, sobre todo, te acerca a desarrollar competencias, habilidades y aptitudes que sí crean impacto y te retan para destacar profesionalmente.
Todo ello te acerca a un mundo diferente, fuera de tus fronteras y ampliando el campo de acción y la mentalidad. La idea es procurar dejar de ver solo un río para enfrentarse a todos los ríos que desembocan en el mar, siendo precisamente allí donde existen infinitas posibilidades que, incluso, pueden sernos desconocidas.
El Informe de Profesionalización Superior en Calidad Educativa de la Universidad de Columbus (USA, 2018) muestra en sus estadísticas sobre el impacto de la internacionalización en la educación que, para el año 2025, 7.6 millones de estudiantes buscarán educación superior fuera de su país de origen, un salto cuantitativo comparado con los 1.5 millones de estudiantes que hacían lo mismo en el año 2002 en países desarrollados. Tal pronóstico implica un impacto tanto económico como político que brinda a un país herramientas para proveer una educación competitiva y superior, lo que implica luego la existencia de organizaciones conformadas por personas que crearán sistemas disruptivos pues han aprendido a desarrollar competencias globalizadas.
La verdadera internacionalización en los procesos educativos está lejos de ser una mera moda o un lujo educativo que dará estatus a la persona o a la organización. Y es que cuando un tema resuena y se vuelve competitivo a nivel mundial se crea un valor agregado del que todos querrán ser parte; sin embargo… ¿qué pasa cuando esto se convierte en una herramienta sin evaluación, sin verificación de sus procesos y sin el aval de los propios creadores? Pues es justo ahí donde debo evaluar de qué proceso seré participe, tener claro cuál es mi objetivo para profesionalizarme internacionalmente y poner en acción mi conciencia, ya que los procesos educativos de internacionalización tienen un impacto más amplio que el solo desarrollo de competencias que brinden un valor agregado económico o de estatus. El impacto es global y abarca, como lo indica la UNESCO, un indicador de desarrollo sostenible en educación, ya que implica procesos de enseñanza científica e investigativa, creando modelos con impacto social que permiten desarrollar un país.
Más allá de las fronteras, se abre un camino que ensancha el conocimiento, que lo hace un compromiso y que implica un mundo de transformación en el que aprender con los creadores te compromete a cumplir con la verdadera profesionalización; esto significa crear organizaciones que dignifiquen al ser humano por medio de un trabajo competitivo y que brinden condiciones de bienestar ético, social, laboral y personal.
Este artículo pertenece a la tercera edición de la revista NBS UPDATE, publicado en noviembre del 2019. Para leer el artículo original visita el sitio oficial de NBS UPDATE o haz click aquí >>>http://nbsupdate.com/