
¿Cómo me adapto al nuevo talento humano?
Por: Ana Elisa Martínez Sarti
Una persona que ocupa un cargo de gerencia y que desea apoyar y dirigir a un equipo desde una perspectiva humana y efectiva, debe tener presente algunos principios básicos tanto de la propia naturaleza humana como del mundo en el que vivimos.
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El cambio es la única certeza: Esta verdad, ciertamente, aplica a toda la historia; sin embargo, en el siglo XXI se aplica con más fuerza debido a la celeridad con que los cambios se presentan y al mismo tiempo debido a la pronta obsolescencia de tecnologías, métodos, carreras y demás, que llega en pocos años. Todavía a principios del siglo XX una persona que se preparaba para una carrera, dedicaba cinco o 10 años de su vida a estudiarla, con un alto grado de certeza de que esta sería su profesión por el resto de su vida. Hoy en día, sin embargo, una persona puede dedicar el mismo tiempo de aprendizaje a una carrera aunque sin la certeza de que esta no será descontinuada en unos años o radicalmente transformada por nuevas tecnologías. Esto requiere nuevas habilidades emocionales y psicológicas en todas las personas que se desarrollan y van haciendo vida laboral en el siglo XXI, lo que se traduce en actitudes y posturas distintas de las existentes apenas hace 30 años. Por lo tanto, los gerentes que desean ejercer su labor con relevancia necesitan la capacidad de estudiar para comprender constantemente los cambios laborales, tecnológicos y emocionales de las generaciones presentes y, de ese modo, adaptarse. Es inadmisible seguir utilizando la vieja escuela de gerencia, autoritaria y desconfiada, como una guía fiable. Se necesita muchísima flexibilidad mental e inteligencia emocional para poder soltar todo aquello que se ha aprendido y que se conoce bien y aún así sentir comodidad frente a lo desconocido, frente a lo nuevo. Esta es una tarea compleja y que requiere esfuerzo, pero hacerlo es imprescindible para mantener el equilibrio mental frente a lo nuevo. Escucho comparaciones entre generaciones, algunos califican de “peor” o “mejor” sea a la anterior o a la nueva. Sin embargo, cada generación tiene cualidades y defectos, así como todas las personas en general, así que más que enfocarse en la edad de las personas con las que trabaja o en la generación a la que pertenece (milenial, generación Z, etc.) es más realista enfocarse en el comportamiento humano en general, ya que las diferencias de edad son solo una parte de lo que hace que cada individuo sea diferente. “De hecho, solo el 2% de la actitud de un individuo puede atribuirse a su generación. El noventa y ocho por ciento de cómo pensamos, sentimos y nos comportamos no tiene absolutamente nada que ver con nuestro grupo de edad. Hay diferencias mucho mayores de actitud y comportamiento dentro de las generaciones que entre las generaciones.” -Journal of Managerial Psychology
Evite lo común que es la crítica y el rechazo sin reflexión.
Las personas actúan y reaccionan independientemente de usted: El título de este artículo habla de adaptarse, y esto significa acomodarse, lo que implica que por naturaleza hay algo que incomoda. Y lo que incomoda es el reto de trabajar con personas que ven el mundo de manera diferente a lo que según usted es lo que debería de percibirse. En general, el rechazo que se genera por personas con diferentes líneas de pensamiento y que traen nuevas propuestas al ambiente laboral se da porque es común que las y los gerentes se sientan irracionalmente amenazados ya sea porque piensan que estas nuevas personas están directamente en contra de ellos o porque “eso nuevo” pone en riesgo su lugar en el ambiente. Sin embargo, tener claridad de que todas las personas actúan con base en sus aprendizajes, formales e informales, que empezaron recibir desde mucho antes de conocerle y de que sus deseos y frustraciones también le preceden, le dará la capacidad de alejarse del drama emocional que provoca tomarse las acciones de los otros de forma personal; esto solamente le agota y resta energías para trabajar en lo que sí es real y en donde sí hay campo para transformar, es decir, en la capacidad de desarrollarse y de aprender nuevas cosas. Tener esta postura le aleja de juzgar a las personas de forma simplista y binaria, “bueno” o “malo”. En cambio, formará una descripción de cada persona más amplia y más realista, ya que le permitirá incluir en dicha descripción las cualidades, las áreas de mejora, lo gris, lo brillante, lo nuevo, etc. Con una visión así, inevitablemente será un gerente atractivo en el sentido de que genera confianza por su apertura y tolerancia.
“El principio más profundo de la naturaleza humana es el deseo de ser apreciado.” – William James. La mejor forma, de adaptarse a otras personas es obteniendo información de ellas. No olvide que el nuevo talento humano es eso: “humanos”; es decir, personas con deseos, ilusiones y necesidades. Y para conocer a esas personas necesita acercarse, desarrollar confianza mutua, observar sin juzgar. En general a las personas les encanta hablar de ellas y de su historia; si se acerca con actitud abierta y flexible no le tomará mucho trabajo lograr que empiecen a hablar acerca de sus planes, proyectos y formas de trabajar. Si alguien parece reacio a hablar, inicie el proceso hablando de sus propios retos, fracasos y algún éxito; también intente con preguntas abiertas de temas específicos. De esta manera empezará a recolectar información, misma que constituirá su base para saber cómo trabajar con cada persona y con el grupo en general. Recuerde que tiene dos tareas: saber cómo trabajar con cada persona en particular y cómo hacerlo con el grupo, ya que ambas dinámicas son distintas.
¿Y qué decir de las personas ante las que usted siente resistencia y con quienes no se identifica? Es cierto que hay personas oscuras en el mundo y sin duda no amerita hacer el esfuerzo de conocerlas mejor; sin embargo, en el ámbito laboral, la mayoría de las personas que le parecerán difíciles deben verse como retos a fin de mejorar sus habilidades en las relaciones humanas. Su primera intención será descartarlas de su lista de interés, porque es lo más fácil. Como líder, solo observe sin juzgar y acérquese más para conocerles, abrace a la oportunidad de aprender nuevas formas de interactuar y poder recolectar nuevas ideas. Y recuerde: muy probablemente, en algún momento, usted habrá sido o es un reto para alguien más.
Este artículo pertenece a la tercera edición de la revista NBS UPDATE, publicado en julio del 2019. Para leer el artículo original visita el sitio oficial de NBS UPDATE o haz click aquí >>>http://nbsupdate.com/